José Alberto y Bodegas Lazo, en Férez
- 13 may
- 2 Min. de lectura

Un compañero que suma
Hoy quiero hablaros de un colega. De esos que se cruzan en el camino para quedarse y sumar.
José Alberto y Bodegas Lazo son parte de esa gente que camina con honestidad, pasión y propósito. Una pequeña gran bodega con corazón, escondida en el pueblo de Férez, a medio camino entre Murcia y Albacete.
Férez, tierra que habla
Férez es un oasis. Uno de esos pueblos que ya no abundad, donde la tranquilidad se siente hasta en el suelo. Y es que el suelo aquí también habla. Este pequeño rincón está entre los más altos del municipio, y esa altitud se nota en todo: en el clima, en la forma de vivir... y, sobre todo, en la uva.
Los suelos tienen una complejidad brutal: piedras glaciares, arcillas blancas y rojas, movimientos de tierra que llevan millones de años moldeando el carácter de esta zona. Unos 700 metros de altitud.
Viñas con historia y un entorno que inspira
Las viñas de Bodega Lazo tienen más de 20 años y están rodeadas de olivos, humedales y monte alto.
Todo se cuida con respeto, de forma ecológica, entre aromáticas como el tomillo, romero y espliego. Una bodega pequeña, pero con una energía que se contagia.
Un lazo con Universo Ferris
José Alberto no solo cuida su viñedo y elabora sus vinos. También forma parte de la historia de Universo Ferris.
Fue él quien nos ayudó en la elaboración de nuestro querido Nanku 22, aportando su espacio, su experiencia y, sobre todo, su cariño.
Actualmente, la crianza en botella de este vino sigue su curso en su propia casa.
Hacer vino con tiempo
"El José Albertos", como le llaman en Férez, es de los que entienden el campo.
Vive el día a día entre cepas, observa, escucha. Deja que la naturaleza marque el ritmo. Y así elabora sus vinos: sin prisas, con conciencia, con respeto.
Cada botella tiene detrás su mirada y sus horas de dedicación.
Visitar Bodegas Lazo en Férez, Albacete
Bodegas Lazo no es solo vino. Es una experiencia completa:
Puedes catar sus vinos, comer en su restaurante, dormir en su casa rural (por si te pasas en la cata 😉)y desconectar de todo. Una inmersión en el mundo rural de verdad. Uno de esos sitios que te deja huella, porque no solo se bebe... también se siente.
Gracias, José Alberto
Gracias por abrirnos tus puertas y compartir tu manera de entender la viticultura.
Por acompañarnos en el camino y por formar parte de este universo que no para de crecer.
All the best,
Rafa
Comments